En La Morada Del Destino Peri nos presenta una construcción suspendida en el aire en la que edificios y puentes se suceden uno tras otro. Así genera un complejo laberinto tridimensional recorrido por seres con cabeza de pájaro que, pese a lo denso y recargado de la estructura, parece estar flotando en medio de la infinita nada.
Al igual que otras obras del artista, esta lámina combina el concepto de laberinto con una crítica directa a la especulación urbanística. La visión de esta mole de hormigón, que sugiere un planeta arrasado por las construcciones del que ya solo se puede intuir su existencia, sobrecoge en la medida en que uno se adentra por sus intricados puentes y pasarelas. Con La Morada Del Destino el artista busca poner al espectador delante de las consecuencias últimas de llenar el planeta de construcciones y hormigón.
La escena la completan dos seres con careta que recorren la estructura en busca de restos de una naturaleza arrasada, y unos pequeños personajes que representan esa dualidad tan representada en multiples culturas a traves del yin y el yang, el cielo y el infierno, el bien y el mal….el día y la noche, a fin de cuentas.
